Esta tortuga se caracteriza por su gran cabeza y su cola larga y gruesa. Su caparazón posee tres hileras osteodérmicas dorsales.
Respecto a su coloración, es gris, marrón, negro, o verde oliva, a menudo cubiertos de algas. Poseen patrones de color amarillo alrededor de los ojos, para romper el esquema visual y mantener a la tortuga camuflada.
Su peso en ejemplares adultos en promedio alcanza los 80 kg y una longitud de 65 cm. Sin embargo, se han citado casos de tortugas caimán de 80 centímetros y 110 kilos de masa corporal.
Dentro del hocico, esta tortuga posee en la punta de la lengua un apéndice vermiforme (que imita la forma de un gusano), con la finalidad de atraer peces. Para cazar se mantiene inmóvil en el fondo del agua con el hocico abierto, moviendo la lengua para atraer peces. Cuando uno de estos se acerca, cierra el hocico con gran velocidad y fuerza.
ALIMENTACIÓN
A edad temprana es un carnívoro oportunista, a medida que van creciendo se trasforma en omnívora. La base de su dieta corresponde a peces, pudiendo consumir anfibios, serpientes, crustáceos y carroña. En cautividad puede consumir casi cualquier tipo de carne, incluyendo roedores, vacuno, pollo y cerdo.
Como mascota, no es muy común, es posible verlas en zoológicos en cautiverio, pero también es posible verlas como mascotas. La diferencia entre las tortugas caimán y las tortugas normales, es que estas necesitan una extensión de terreno donde moverse y sentirse libres, ya que son depredadores, y como tales, no deben sentirse en un lugar cerrado, por eso no es muy común verlas como mascotas. Más o menos el precio de estos animales oscila entre los 3000 y 4500 euros, y este es otro motivo del por qué, quizás no son comunes como mascotas.
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